Archive | July 2015

Chutney de mango – salsa digna de gnomos y de reyes magos…

 poppadom con chutney y yogur

Hace mucho tiempo, debía tener unos 6 años, paseando con mi madre por un parque me puse a recoger semillas de bellota. Mi madre, muy gallega y de familia numerosa (y por lo tanto fantasiosa), me susurró al oído que con la cabeza de las bellotas, los gnomos fabricaban tazones para la leche.

Para qué quieres más. Que quienes son los gnomos. Que porqué no los vemos. Que dónde viven y que qué comen. Y que si crees, mamá, que les gustaría tener un ajuar de tazas completo. Mi madre me contó entonces que la mayor parte de los gnomos vivían en el campo pero que también tenían primos en la ciudad, en Madrid, y que podía probar a hacerles un regalo.

Pasé esa noche pintando cabezas de bellota con esmalte de uñas y limando la base para que las “tazas” se apoyaran. Ya puestos, recorté trozos de una camiseta y les hice a los gnomos de ciudad un set de toallas 10x5cm y 3x2cm. Dejé el set sobre el piano de casa junto con una nota en la que les transmitía mis mejores deseos y mis ganas de conocerlos y me fui a dormir nerviosa como un flan.

Empezó así me relación epistolar (y de intercambio de regalos) con los gnomos. Y es que los cabrones me respondían, claro que me respondían. No siempre, pero eso lo hacía aun más emocionante, y cuando contestaban lo hacían a través de unas maravillosas cartas miniatùricas del tamaño de un sacapuntas escritas con el finísimo portaminas que mi hermana Tati usaba para dibujar…

Todo esto para decir que, entre el perfeccionismo de los gnomos, mi fantasía celta heredada y la responsabilidad como hija pequeña de mantener el espíritu mágico familiar, yo creí en todo lo que se podía creer hasta la venerable edad de 12 años. Ese año, se destapó un poco todo, yo perdí un kilo de inocencia y acepté a mi pesar que tendría que canalizar mi pasión DIY hacia un público más real.

Uno de mis primeros regalos de reyes DIY de bajo presupuesto fue precisamente un botecito de chutney de mango casero para cada hermana. El chutney es una salsa india que se sirve para acompañar el curry o los entrantes tipo samosas o poppadoms, a menudo junto a otra salsa más ligera de menta y yogur. Yo la descubrí por primera vez en el Annapurna, un restaurante indio donde celebrábamos grandes momentos familiares y del que recuerdo el color salmón omnipresente y el coctel “San Francisco” de bienvenida.

Por cierto, si os da pereza cocinar, podéis probar el Chutney de mango de la marca Sharwoods, una marca histórica inglesa, que está buenísimo y que en mi casa hemos usado siempre con el pollo barbacoa.

chutney making of

Ingredientes:

  • 1 mango grande o dos mangos pequeños, no demasiado maduro (primer error de mi ultima receta, con el mango demasiado maduro se pierde el placer de los trocitos fibrosos en la salsa y parte de la acidez natural de la fruta)
  • Medio vaso de azúcar moreno o de caña
  • Un chorro de vinagre blanco
  • 1cm de jengibre fresco rallado
  • Chile picante (depende de lo que pique, yo use un centímetro de mis chiles del balcón)
  • Mix de especias: ½ cucharadita de comino, ½ cucharadita de semillas de hinojo, ½ cucharadita de semillas de mostaza, ½ cucharadita de semillas de fenogreco y ½ cucharadita de mezcla garam massala. Lo más importante diría que es el comino y el hinojo
  • Un chorrito de aceite
  • Sal (si necesario)
  • Para acompañar: samosas o poppadoms (los venden en tiendas especializadas congelados)

Los poppadoms son unas tortillas muy molonas hechas con harina de garbanzo o de lentejas que te venden en formato rígido y que en contacto con calor semi-directo (una llama) se rizan, burbujean y se cocinan. Se convierten en un snack crujiente buenísimo, con un ligero aroma a comino.

Pasos:

  • Medir los ingredientes, trocear el chile y el jengibre en trozos muy muy pequeños y pelar el mango
  • Cortar el mango en cubitos (si está poco maduro, hay que tener particular cuidado para no hacerse daño, controlando que el mango esté bien apoyado sobre la superficie y que las manos estén al seguro antes de hacer fuerza con el cuchillo para cortar, hay que poner cabeza para cortar un mango evitando el hueso central)
  • En una olla pequeña a fuego fuerte, echar un chorro de aceite, el jengibre, el chile y las especias. Dejar tostar la mezcla uno o dos minutos para que liberen todo su aroma, controlando que no se quemen
  • Añadir el mango troceado, el azúcar y el vinagre y remover bien
  • Tapar y dejar cocinar bajando el fuego a fuego medio durante unos 15 minutos
  • Probar de vez en cuando, dejando enfriar un momento la mezcla en la cuchara para que se noten bien los sabores y porque el azúcar quema mucho. Corregir de sal, acidez, especias o dulzor, las proporciones son orientativas pero dependen mucho del tamaño del mando, de su dulzor y sabor
  • Dejar enfriar el chutney un poco en la olla y luego pasar a un bote de mermelada si no se va a usar directamente (dura  unos cuantos días, más cuanto más azúcar se le eche y si se esteriliza el bote). Està màs rico un poco frío y solidificado en la nevera
  • Usar para acompañar fritos asiáticos, junto con una salsa de yogur y menta triturada

mango listo para cocinar